21/1/12

EL TIMO DE LA ALCACHOFA


Te han timado a ti y también a mí. Pero yo ya he decidido quitarme la cara de idiota.


EL TIMO DE LA ALCACHOFA.


El timo de la alcachofa puede ser simple o doble. ¿Cuál quieres leer primero?

Empezaré por el simple: vas a una tienda y el amable vendedor te pone tu kilogramo de alcachofas. Te da la bolsa, las miras y… ¡pero si hay más rabo que alcachofa, oiga!

Sucede que el rabo pesa mucho y yo no me lo como (está amargo y no lo utilizo ni en el caldo vegetal). Así que llego a casa y cuando tengo que cocinarlas el rabo va a la basura. ¡Y para tirarlo yo que lo tire el vendedor!

El vendedor me dice que a él le venden las alcachofas también con rabo.

Mí respuesta:

-  Tenga el kilo de alcachofas porque con el rabo me está usted quitando dos o tres más que me corresponden.

-  La próxima vez que compre usted alcachofas, le aconsejo al simpático vendedor, que no tengan rabo porque no las compraré.

Y me voy sin comprarlas.

Si muchos hacemos esto al final dejarán de timarnos. Si lo hago yo solo me voy a tirar toda la vida sin comer alcachofas.

Acabaré por el timo doble: encima que me timan con el rabo quieren que haga yo el trabajo de ponerme las alcachofas. Esto sucede en España, en los grandes centros comerciales y en algunas tiendas. Se ahorran el sueldo de uno o dos vendedores y tratan de que yo haga su trabajo gratis. ¡Ni me pagan por su trabajo ni me hacen ningún descuento!

Este doble timo también se da en las gasolineras españolas. En bastantes te cobran el combustible y te lo tienes que poner tú. ¡A precio de oro que lo tengo que pagar y haciendo el trabajo de ese empleado que han despedido!

Vamos, que estoy por adaptar mí coche de gasolina a uno de hidrógeno que funcione con agua. Así se acabó el timo simple ya indicado y el doble de la gasolina que consiste en que el 60 - 70 % son impuestos.

Mí consejo es que si quieres que te continúen timando no hagas nada. Ellos ya se encargarán de todo. Tú sólo paga lo que te digan.

Y si no quieres que te continúen timando no compres alcachofas hasta que te las den sin el rabo. Verás que te entran más cantidad por el mismo kilogramo de antes.

Que si, además, te las sirve un vendedor te ahorras trabajar gratis y ayudarás a crear puestos de trabajo ya que a ese amable y simpático vendedor lo podrás ver todas las semanas en tu tienda habitual.

Un saludo de un consumidor indignado. 


JOSE, nutricionista higienista.


PD: Puedes leer esta entrada en inglés en: