23/1/12

LA ALIMENTACIÓN EXCESIVA (PRIMERA PARTE)


Tanto te mata el no comer como el comer en exceso.


LA ALIMENTACIÓN EXCESIVA (PRIMERA PARTE).

Como ya sabes nos encontramos ante una de las causas del sobrepeso.

Si recuerdas la entrada ¿Cómo he podido engordarme tanto? te comentaba, al principio, las consecuencias de una obesidad a largo plazo y al final de la misma hice referencia a las principales causas que te llevan (o te han llevado) a esta situación.

Y una de ellas es la alimentación excesiva, más allá de lo que tu cuerpo necesita.

Ya en 1.951 el Dr. Herbert M. Shelton, uno de los principales referentes del Higienismo en Estados Unidos, nos advertía que el exceso de proteínas y carbohidratos es una de las causas principales del cáncer.

Pero ese es el final de un camino en el que se ha despreciado en absoluto las más mínimas prevenciones de la nutrición bien por ignorancia o bien por dejadez.

También es cierto que no todas las personas con sobrepeso desarrollarán un cáncer puesto que éste depende de varios factores. Lo que sí es cierto es que la probabilidad de desarrollarlo, si no se tiene en cuenta la alimentación, aumentará respecto de otra persona que sí haga de la prevención su estilo de vida.

Lo que siempre tienes que tener claro es que cada persona necesita alimentarse según su estilo de vida, según sus necesidades personales. Por eso no es válido fijarse en cómo se nutre determinada persona e imitarla, por ejemplo un deportista profesional, si tú no lo eres. Desajustarás por completo tu metabolismo y si no realizas un gasto energético al mismo nivel con el deporte tu sobrepeso está garantizado.

Este ejemplo es válido para otras situaciones que pueden darse, y de hecho se dan, en nuestra sociedad. Porque la nuestra es una sociedad que adolece de algo fundamental: conocimiento nutricional. Y eso lleva a la ignorancia a la que antes hacía referencia.

Una persona ignorante es presa fácil de dos degeneraciones sociales de nuestro tiempo: las modas y la publicidad. Ambas condicionan la mente de cualquiera cuando menos te lo esperas. Vamos, que te despistas un momento y ya estás comprando algo que has visto en la televisión. ¡Y sin casi enterarte! ¡Qué habilidad la suya!

La pregunta que yo me hice cuando aprendí nutrición higienista era porqué no se enseñaba en las escuelas. Que yo pueda ser dueño de mi cuerpo y pueda cuidarlo de una forma responsable, sabiendo cómo hacerlo, me da una autonomía nutricional, una independencia, que me acerca más a la salud gracias a la prevención que a la enfermedad.

Si yo hubiera aprendido lo que sé ahora mucho antes hubiera llevado el estilo de vida que llevo en la actualidad. Al menos hubiera tenido esa opción al hacer uso de mí libre albedrío.

Pero cuando esa opción no existe, ni siquiera existe, significa que alguien ya ha decidido por mí. Me imagino que alguien más sabio que yo… O quizás más interesado en que yo no pueda tener esa independencia nutricional. O que no quiera que pueda practicar la prevención. O a lo mejor es que no quiere que yo esté sano y me prefiere enfermo. ¿Y a ti? ¿Te prefiere sano o te prefiere enfermo?

¿Te has preguntado alguna vez si nuestro sistema te prefiere sano o te prefiere enfermo?

A lo mejor tú eres de los que no saben y no contestan. De los que no opinan. A los que no les interesan estos asuntos.

Claro, mientras haya médicos que cuiden de tu salud todo irá bien, ¿verdad?

Pero un momento. ¿Tú al médico no vas cuando estás enfermo? Entonces no cuidan de tu salud. Cuidan de tu enfermedad.

La suerte que tú y yo tenemos es que dentro de ese sistema al que le interesa la enfermedad hay excelentes personas cuya profesión va desde médicos a enfermeras, pasando por el resto de profesiones que no voy a nombrar y tú conoces.

Sí, porque ellos tratan de hacer su trabajo lo mejor que pueden y hasta donde pueden. Me refiero que cuando no pueden ir más allá de lo que algunos consideran necesario para recuperar la salud algunos optan por dejar de formar parte de ese sistema. Por cuestiones de ética, más que nada.

En otra entrada hablaré de los oncólogos en España que han abandonado su bien remunerado y seguro trabajo por cuestiones de discrepancias en cuanto al criterio oficial sobre el tratamiento del cáncer.

Y si se te ocurre preguntarme porqué el resto de oncólogos no hacen lo mismo la respuesta es evidente: el círculo, igual que en la nutrición, también se cierra. Es decir, nos volvemos a encontrar o con la ignorancia o con la dejadez. Que tan mala es la una como la otra porque nos llevan al mismo resultado.

Cuando uno no puede ser su propio médico (pues quién mejor que yo para conocer a mí propio cuerpo) y depende de otros la suerte hará que caigamos en manos de alguien competente o incompetente. Me imagino que tendrás experiencias en los dos sentidos, ¿verdad?

¿Y no te has preguntado porqué hay médicos competentes y médicos incompetentes?

Se supone que todos estudian lo mismo según unos planes de estudios homologados y oficiales.

Pues en este caso también hacen su aparición las modas y las publicidades. Normalmente impuestas por compañías farmacéuticas cuyo poder es inmenso. Vamos, como la de los dirigentes de nuestros países: los banqueros.

Basta meter la nariz donde no me llaman (o que me lo cuente algún amigo médico para que no me partan la cara) para entender que aquellas ya no esperan a sus víctimas a licenciarse o especializarse. Van a por ellas mucho antes. Introduciéndose en los planes de estudios, participando en la redacción de algunas materias, financiando eventos para promocionar sus productos en las mismas facultades o en congresos a gastos pagados, etc.

Esta publicidad (que también podemos denominar acoso indiscriminado, condicionamiento mental tratando de influenciar y de hipnotizar para convencer que su producto hace lo que dicen que hace, muchas veces llevadas a cabo por el famoso visitador médico sin escrúpulos) siempre va unida a algún tipo de prebenda, la cual es difícil de rechazar si es una tradición en el sector. No vas a ser tú el único tonto que no participa en el reparto del pastel, ¿no? Total, ¿quién se va a enterar?

Que aunque la incompetencia médica tiene muchas vertientes mejor dejarlo aquí. Hay que recordar que yo sólo soy un grano que les ha salido en el culo.

Otro día más.

Un saludo.


JOSE, nutricionista higienista.


PD: Puedes leer esta entrada en inglés en: